27 de mayo de 2007
Presintiendo amargos [Migdalia Mansilla]
Presintiendo amargos
En las vueltas sin fin
de este círculo perverso
en que se torna la vida,
presiento amargos desenlaces,
se me enchina la piel, tiemblo,
miro tus ojos, escucho tu voz
y sé de cierto que el adiós
se coló entre los dos.
Salgo de todo tu ser,
escapo de ti y al correr,
regreso transida de dolor
buscando el resquicio,
la hendidura que me muestre
el latido de tu corazón
que procure mi nombre.
Presiento amargos en el afán
de mis viejos anhelos,
de mis íntimos antojos
de vivir contigo una dicha callada,
un hurto a la felicidad
y sólo encuentro en el rescoldo
de un ascua agonizante,
un montón de cenizas
que el viento se lleva.
Presiento amargos silencios,
los ojos cerrados,
la quietud de mi cuerpo
en los sueños habitados
donde mi imagen danza libre
con los pies alados
en los móviles espejos.
Presiento amargos en el preludio
del crepúsculo de la vida.
Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: desde el momento en que la realidad golpea a la ilusión y la saca del cuadrilátero de la vida.
Marzo 29 de 2005
25 de mayo de 2007
Versos complicados [Carmen L. Pinto. P.]
Versos complicados
Voy soñando en la distancia,
andando entre mis cantares,
con mis poemas vistiendo mis soledades.
Con tanta pena en el alma,
en mis letras otras tantas,
aún cultivo en la sonrisa una rosa blanca.
Con el leopardo de amigo,
vestida de verde monte,
salgo a despedir a diario el sol en el horizonte.
Náufrago de mis derechos
sobre la arena tendida,
lágrimas al mar regalo por tantas vidas.
Soy un soplo de esperanza
para un pueblo que mitiga
su pena, que en cada caña se vuelve ortiga.
Si no alcanzara a volver
con vida a la Patria amada,
seré ola de sus costas, siempre encrespada.
andando entre mis cantares,
con mis poemas vistiendo mis soledades.
Con tanta pena en el alma,
en mis letras otras tantas,
aún cultivo en la sonrisa una rosa blanca.
Con el leopardo de amigo,
vestida de verde monte,
salgo a despedir a diario el sol en el horizonte.
Náufrago de mis derechos
sobre la arena tendida,
lágrimas al mar regalo por tantas vidas.
Soy un soplo de esperanza
para un pueblo que mitiga
su pena, que en cada caña se vuelve ortiga.
Si no alcanzara a volver
con vida a la Patria amada,
seré ola de sus costas, siempre encrespada.
Carmen Luisa Pinto P.
Traslúcida [Migdalia Mansilla]
Traslúcida
traslúcida la pena ronda
el desencanto
la hora mustia
el otoño que no muere
el invierno que no llega
todo me puede
me aniquila el sentimiento
me pesa la razón
que me devora
desprendidas
cuelgan
en el espacio de la nada
Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: cuando siento un pellizco en el corazón.
Junio 04 de 2006
15 de mayo de 2007
Declaración de auto fé [Carmen Luisa Pinto P.]
Declaración de auto fé
Ya no necesito hacer sexo con nadie, ni siquiera contigo.
No preciso tus manos sobre mi cuerpo en avalancha de aguacero, ni tus besos de fogata ardiente, ni tu voz rodeándome el abdomen en desafío de fantasmas para la cópula imprecisa o desgastada
o capaz o delirante, o insípida o alucinante.
No preciso de veras que vengas desnudo como decía Villena a mi fiesta de amor, ni como Buesa, tu, mi Buesa,que yo esté solamente con mi collar de perlas para morirte entre mis brazos a lo Dalton.
No preciso de la carne que baila en cada cuerpo nuestro a pesar de que la carne es débil y yo más débil aún que ando sin piel, sin músculos, sin huesos, hecha letra y pancartas, lumínicos inútiles.
Ya no preciso de nada de esas cosas que ayer u hoy tal vez, enardecían mi imaginación o mi esperanza.
Hoy sólo quiero un par de viejos sillones a la vera de una areca, en algún patio florecido para escuchar los versos de cualquier otro que no sea yo, bailando entre tus dientes, mientras cierro los ojos con la brisa.
No preciso tus manos sobre mi cuerpo en avalancha de aguacero, ni tus besos de fogata ardiente, ni tu voz rodeándome el abdomen en desafío de fantasmas para la cópula imprecisa o desgastada
o capaz o delirante, o insípida o alucinante.
No preciso de veras que vengas desnudo como decía Villena a mi fiesta de amor, ni como Buesa, tu, mi Buesa,que yo esté solamente con mi collar de perlas para morirte entre mis brazos a lo Dalton.
No preciso de la carne que baila en cada cuerpo nuestro a pesar de que la carne es débil y yo más débil aún que ando sin piel, sin músculos, sin huesos, hecha letra y pancartas, lumínicos inútiles.
Ya no preciso de nada de esas cosas que ayer u hoy tal vez, enardecían mi imaginación o mi esperanza.
Hoy sólo quiero un par de viejos sillones a la vera de una areca, en algún patio florecido para escuchar los versos de cualquier otro que no sea yo, bailando entre tus dientes, mientras cierro los ojos con la brisa.
Carmen L. Pinto P.
Irracional XI [Migdalia Mansilla]
Irracional XI
rasgó el tul del tiempo
temeraria fingí su ausencia
escapó del verso
bordó paisajes en azul marino
fue voz prendida en los labios
pronuncié su nombre
y fui el eco perdido
de todas las fronteras
Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: cuando no hay peor sordo que el que no quiere oír.
Febrero 02 de 2007
rasgó el tul del tiempo
temeraria fingí su ausencia
escapó del verso
bordó paisajes en azul marino
fue voz prendida en los labios
pronuncié su nombre
y fui el eco perdido
de todas las fronteras
Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: cuando no hay peor sordo que el que no quiere oír.
Febrero 02 de 2007
11 de mayo de 2007
Selva sombra [Carmen Luisa Pinto P.]
Selva sombra
Entre sombras
de un tul de madreselvas,
tul bordado en guipur
de tus miradas,
miradas como perlas de palabras,
te penetra la luz
de mi garganta,
que es un trino de alondra
cuando canta,
tras esa malla azul
donde se alza
la eterna
fiera
sombra
de mi selva
donde viven las ganas
que te nombran.
Carmen L. Pinto P.
La ventana [Migdalia Mansilla ]
10 de mayo de 2007
De bruces [Carmen Luisa Pinto P.]
De bruces
Del alto mirador de la pupila
saltó, sin opción de salvamento
el húmedo dolor de la distancia.
Cayó de bruces
esparciéndose en lluvia tibia y fina
sobre este litoral de tabla y caucho.
Allí quedó, preso en acantilados
en mi costa doliente y pedregosa
cual charco de suicidio silencioso
que no logró morir,
no halló descanso y bajo el sol ardiente de mis sueños
hoy es piedra de sal endurecida en la salina de mi desencanto.
saltó, sin opción de salvamento
el húmedo dolor de la distancia.
Cayó de bruces
esparciéndose en lluvia tibia y fina
sobre este litoral de tabla y caucho.
Allí quedó, preso en acantilados
en mi costa doliente y pedregosa
cual charco de suicidio silencioso
que no logró morir,
no halló descanso y bajo el sol ardiente de mis sueños
hoy es piedra de sal endurecida en la salina de mi desencanto.
Carmen Luisa Pinto P.
Aquello [Migdalia Mansilla]
No siempre [Carmen Luisa Pinto P.]
No siempre
No siempre podemos ser sueño,
mariposa colorida,
flor que aroma el sendero
bajo aquel arcoiris refrescado
de lluvia suspendida.
No siempre hemos de andarnos
de castañuelas en baile de corrida,
ni de campanas al vuelo en días de fiesta
porque todos los días no nacen santos
coronados de fieles para ferias.
Hay otros que andamos de mortaja
tras las huellas que hicimos de un antojo,
o de locos tentando a la miseria,
o feria desmontando los andamios
recogiendo lo últimos tinglados
del montaje de fiesta pueblerina
quedándonos hambrientos, trasnochados.
Entonces olvidamos la bulla de la risa,
nos ponemos huraños con la vida,
nos hacemos de lástima invasiva,
herejes en la duda de ese cielo
al que pudimos ir cuando creimos
que hacíamos de miel el universo,
para poder llamarlo paraiso.
Pero no siempre podemos ser sueño,
la vida trascurre en un empalmado
que permite el paso pues de tiempo en tiempo.
Aprovecha y ríe cuando esté presente
el simple motivo de algún desparpajo,
vuela mariposa sobre los jardines
de tus fantasías besando a las rosas
esos otros días de cosas hermosas,
de amores que matan pero mientras mueres,
baten castañuelas de nueva corrida
con bulla de feria, vuelo de campanas
para el nuevo tiempo de la misma vida.
Carmen L. Pinto P.
Así de sencillo [Migdalia Mansilla]
Así de sencillo
esta noche
quisiera sentirme
_desnuda de ausencias
los labios inertes
llenarlos de gestos
que desechen la nostalgia
escuchar sin dolor alguno
que existe un orbe
más allá de las angustias
-antorchas de dolor-
que se extinguieron
en el humo gris
de alguna sombra
acelerando el tiempo inminente
del término de la vida
esta noche
quisiera sentir
que no tengo la sed
_de los años perdidos
Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: cuando la luz se escapa, cuando los ojos se quedan ciegos, cuando las manos no encuentran el hilo donde…
Octubre 07 de 2006
Descarnada piel [Migdalia Mansilla]
Descarnada piel
se me levantó la piel de la carne
en la hora nona vegetal del sueño
sacudió de sí el desgaste del cuerpo que cubría
por el uso sin descanso
sin pausa de los minutos muertos
de las horas vacías que horadaron la distancia
en el tiempo del destino frágil del mañana
desplegó entera las páginas del libro de su historia
sorbió los besos que sintió en cada poro
buscó con denuedo en cada pliegue
en cada centímetro
las caricias que la recorrieron y sin viento del norte
sintió el anhelo del instante eterno de los ayes
del éxtasis vivido en el amor de hacer
se me levantó la piel
y desnuda de edades
y estaciones
quedé entre la fronda estremecida
que bajo el agua se quiebra
Migdalia B. Mansilla R.
fecha: cuando pasa abril, cuando llega el día después, la hora siguiente o el instante mismo en que ya no somos los mismos de ayer.
abril 25 de 2005
Espejismo [Carmen Luisa Pinto P.]
ESPEJISMO
En un pájaro azul de ala perdida
con pico de azucenas y albahacas
la ingratitud voló como una herida.
Se fue la bella niña enloquecida
por el camino de la madrugada
sin esperar al sol de la mañana.
Vagando en soledad desesperada
hsta el lago llegó,
posó
as alas,
pensando que la fuente
descubierta
calmaría su sed, acostumbrada
al viejo manantial del cual huyera.
Mas tarde comprendió con desventura
que no todo espejismo era agua pura,
pues al ir a beber en la corriente
el agua era cristal,
tan sólo hallaba
su imagen solitaria,
repetida,
en la sombra fatal
de su mirada.
Carmen L. Pinto P.
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